Ermita de San Blas
La construcción de la ermita de San Blas fue realizada en la primera década del siglo XVIII con limosnas de los vecinos y devotos. Encabezados por el capitán Francisco Molina Carranza y consortes que, en 1710, hicieron voto de ofrecer una ermita y dar culto a San Blas, tras la plaga de langosta acontecida en los campos del pueblo.
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Dicha ermita presenta una planta cruciforme, sistemas abovedados de medio cañón, con retablos en el interior. En el exterior presenta materiales de construcción como es la mampostería o el ladrillo. El edificio se encuentra coronado por una torre en la cual se encuentra el campanario.